Madre abrazando a su bebé

Las toxinas ambientales son una amenaza para nuestros hijos

Quick Summary

  • Los niños son más susceptibles a las exposiciones químicas debido a su ilimitada curiosidad.
  • El mercado de los juguetes utiliza más de 80.000 productos químicos y la mayor parte de estos no han sido regulados ni estudiados.

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¿Por qué es importante la salud ambiental de los niños?

En una hoja informativa reciente, la Asociación Estadounidense de Salud Pública (APHA, por sus siglas en inglés) informó que los menores de cinco años soportan alrededor del 88 % de la carga mundial de enfermedades debidas al cambio climático.

La investigación publicada en la revista Science afirmó que "los niños de hoy enfrentarán alrededor del triple de desastres climáticos que sus abuelos, incluidos incendios forestales, tormentas, inundaciones y sequías". La escasez de agua, la contaminación del aire y la contaminación por plomo son solo algunas de las crisis ambientales que pueden afectar drásticamente la salud de los niños.

Los niños respiran, beben y comen más por kilogramo de peso corporal que los adultos.

Esto da como resultado una exposición mayor por kilogramo de peso corporal a cualquier contaminante del aire, agua o alimentos en comparación con los adultos. Cualquier cosa peligrosa que los niños toquen, coman o respiren puede afectarles más que a los adultos porque, al comparar libra por libra, su contacto con estas toxinas es mayor.

Cientos o probablemente miles de estudios han demostrado que un mayor contacto con sustancias ambientales dañinas en las primeras etapas de desarrollo, incluso en el útero, se relaciona con una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades y trastornos del desarrollo como discapacidad intelectual o déficit de atención por hiperactividad.

Según un estudio reciente, la contaminación del aire representa el 20% de las muertes de recién nacidos en todo el mundo. Un estudio sobre exposiciones prenatales a PBDE, retardadores de fuego utilizados durante muchos años como espuma para muebles, alfombras, aislamiento de cables y cubiertas de plástico para productos electrónicos, vinculó estos compuestos con efectos en el desarrollo neurológico.

Un estudio que analizó la exposición a pesticidas y su efecto en el crecimiento infantil, de los 8 a los 12 años de edad, concluyó que “la exposición a pesticidas podría ser un factor de riesgo para la aparición de trastornos del crecimiento en niños que viven en áreas agrícolas. Debemos tomar las medidas necesarias para proteger a los niños”. La investigación fue financiada por el NIEHS (Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental) y también ha relacionado la exposición a sustancias químicas con ciertos tipos de cáncer infantil.

¿Qué hace que los niños sean más susceptibles?

Los niños, concretamente los más pequeños, son más susceptibles a las exposiciones químicas debido a su composición biológica única y su ilimitada curiosidad por el mundo. Los juguetes para gatear, "llevarse a la boca" y los hábitos de higiene personal aumentan la exposición a toxinas químicas y ambientales, especialmente para bebés y niños pequeños. En los niños, la  proporción de área de superficie a volumen es mayor, en comparación con los adultos.

Los niños pequeños tampoco pueden distinguir "comida" de "no comida". El consumo prolongado de “no alimentos” se conoce como pica. Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), se estima que los niños pequeños consumen entre 0,2 y 0,8 gramos de suciedad al día, lo que puede convertirse en un problema si, por ejemplo, la suciedad está contaminada con plomo o ha sido recientemente rociada con pesticidas. Estos comportamientos se convierten en un problema cuando suceden con frecuencia: chuparse el dedo o comer tierra en el patio de recreo puede convertirse en una fuente de ingesta de toxinas a diario y puede generar problemas de salud en el futuro.

Algunos niños pueden ser más susceptibles a las toxinas ambientales simplemente según el lugar donde viven. Según un artículo de los NIH, “los niños que viven en la línea de pobreza o por debajo de ella, y que residen en viviendas antiguas, corren un riesgo desproporcionadamente mayor de envenenarse con plomo”. En 1978 se prohibió el uso de pinturas con plomo; sin embargo, hasta hace poco, la plomería utilizada en las residencias podía contener hasta un 8 % de plomo y seguir etiquetada como "sin plomo". La contaminación de viviendas de bajos ingresos (conocidas como "proyectos") construidas hace medio siglo con pintura con plomo ha dejado un legado de envenenamiento por plomo a generaciones de residentes, que históricamente han sido principalmente afroamericanos, según la organización PEW.

¿Dónde están las toxinas ambientales?

La siguiente tabla muestra las toxinas ambientales comúnmente ingeridas por los niños y dónde es común encontrarlas en el hogar.

Sustancias químicas Dónde se encuentran
Bisfenoles Residuos en comidas
Retardantes de llama (Éteres de difenilo polibromados) Sofás llenos de espuma, polvo en la casa
Formaldeídos Productos de madera comprimida
Plomo Pintura, yeso, polvo en la casa, tierra exterior, cañerías, agua de la llave, hierbas y especias importadas, cosméticos importados, remedios caseros étnicos, plomo que se trae de lugares de trabajo en el exterior
Metil mercurio Pescados y mariscos
Otros metales (calcio, mercurio, arsénico) Hierbas y especias, remedios de salud étnicos, agua de pozo (arsénico)
Sustancias de Perfluoroalquilo Comida, envasado de comida, acabados de alfombra, suministros de agua contaminados, utensilios para cocinar antiadherentes deteriorados
Pesticidas Aerosoles para insectos, matacucarachas, raticidas, resíduos de comidas
Bifenilos policlorados y polibrominados, dioxinas Pescados y mariscos

Fuente: Childhood Ingestions of Environmental Toxins: What Are the Risks?

Un grupo de compuestos que no ha recibido tanta atención son los compuestos de amonio cuaternario (QAC). Los QAC son un grupo de productos químicos diseñados para matar gérmenes y bacterias. Los QAC se usan ampliamente en pesticidas, detergentes, desinfectantes y productos para el cuidado personal como pasta de dientes, champú y gotas para los ojos. Uno de los ganadores del premio EHSC Pilot Award, el Dr. Gino Cortopassi (en colaboración con Sandipan Datta), recibió recientemente una subvención del NIEHS para seguir estudiando los efectos tóxicos de los QAC. En esta investigación, los estudios de dosis-respuesta, curso temporal y biodistribución de los QAC se proponen como efectores de la toxicidad pulmonar.

Al comprar los juguetes de un niño, es común centrarse en el destinatario, la edad y los intereses. Los padres pueden verificar si un juguete tiene bordes afilados o si podría lastimar a su hijo, pero probablemente sea menos frecuente que las personas consideren: “Oye, ¿este juguete tiene toxinas? ¿Qué sucede si mi hijo mastica o chupa partes de él?” Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) indicó que el 25% de los juguetes de los niños contiene productos químicos nocivos. El estudio comparte que los fabricantes usan estos productos químicos para proporcionar niveles específicos de dureza, elasticidad y resistencia al fuego. Según el PNUMA, las toxinas en los productos para niños están ampliamente disponibles pero no son obvias para el público en general, a menos que hayan estudiado o leído acerca de las sustancias químicas presentes en estos juguetes.

We Act comparte los mismos sentimientos. En un artículo, comparten que en un estudio de toxicidad de juguetes de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés), "se informó haber detectado productos químicos tóxicos, incluidos BPA, arsénico, cadmio y mercurio en más de 11,000 ocasiones. Estas fundaciones y programas instan a que estos productos químicos se eliminen gradualmente y se reemplacen con alternativas más seguras.

Además de los QAC y los pesticidas, según un estudio actual de los NIH, actualmente se utilizan más de 80 000 productos químicos en el mercado de los juguetes, la mayoría de los cuales no han sido regulados ni estudiados. Los juguetes, los muebles, los utensilios de cocina importados y el maquillaje pueden contener trazas de plomo o mercurio.

¿Qué hacer para proteger a los niños de estas exposiciones ambientales?

Además de monitorear los ingredientes de los juguetes de los niños, el SDG (Grupo de Desarrollo Sostenible) señala que las habitaciones de los niños deben tener suficiente ventilación para evitar la exposición innecesaria al inhalar estas sustancias tóxicas que se encuentran en los juguetes. Numerosas regulaciones en todo el mundo exigen que las etiquetas contengan ingredientes y limiten qué ingredientes están permitidos en los juguetes de los niños; sin embargo, estas etiquetas a menudo solo enumeran sustancias químicas complejas que la mayoría del público no suele reconocer. Según la Red de Salud Ambiental Infantil, muchos funcionarios están trabajando para actualizar las regulaciones existentes. Hacen un llamado a los padres para que se eduquen sobre estas toxinas a menudo invisibles y no solo corten las etiquetas y las tiren sin pensarlo dos veces.

Puesto que la mayoría de la población no posee los conocimientos científicos ni técnicos necesarios para descifrar estas etiquetas, es necesario cambiar a un etiquetado que sea claro y comprensible. Una opción es Made Safe, que tiene una base de datos de ingredientes fácil de navegar donde los padres pueden escribir la jerga de una etiqueta y obtener una explicación simple de la sustancia.

La FDA, la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. ha comenzado a publicar pautas para prevenir algunas de estas exposiciones innecesarias. Entre las sugerencias se incluye:

  • mantener los zapatos afuera o encerrados en un área cuando haya un nuevo niño en edad de gatear
  • barrer y trapear diariamente para evitar la acumulación de polvo
  • evitar usar pesticidas en aerosol donde los niños puedan estar respirando o gateando

No todos podemos ser expertos, por lo que es imperativo que nuestros representantes electos exijan un etiquetado adecuado, en un lenguaje comprensible, así como presionar para que se eliminen las sustancias nocivas de los productos domésticos comunes. Muchos de los productos químicos en nuestros productos para el hogar no cumplen un propósito necesario y no es necesario reemplazos. Aquellos que sí sirven para un propósito necesario deben contar con una alternativa más segura que sirva como reemplazo.

Angelina Angelo es asistente editorial de EHSC para el departamento de comunicaciones y estudia Desarrollo Humano en UC Davis que estudia. Aspira a ser escritora con especialización en comunicación científica.