Mapa de calor de California

Demasiado caliente: Consecuencias del calor extremo para la salud

El cambio climático está haciendo que partes del mundo sean demasiado cálidas y húmedas para la supervivencia humana. A nivel mundial, el calor extremo, que aumentó un 200 % entre 1983 y 2016, afectó a más de 1700 millones de personas en 13 115 ciudades.

Según la Organización Mundial de la Salud, el calor extremo mató a más de 166 000 personas entre 1998 y 2017. En 2021, un “domo de calor” en el noroeste del Pacífico de EE. UU. y la costa oeste de Canadá mató a cientos de personas y a más de mil millones de criaturas marinas. Hay pocos países en todo el mundo que no hayan experimentado temperaturas récord y, para muchas personas, el calor extremo, que afecta de manera desproporcionada a los pobres y a las personas con enfermedades cardíacas o renales crónicas, se está convirtiendo en la nueva normalidad.

El calor y la humedad extremos impiden las respuestas fisiológicas al calor

El cuerpo humano ha desarrollado mecanismos para disipar el exceso de calor. Mantener la temperatura central óptima del cuerpo es fundamental porque el sobrecalentamiento puede desnaturalizar las enzimas y las proteínas, lo que resulta en una falla orgánica múltiple y la muerte. En respuesta al aumento de la temperatura corporal, los nervios sensibles a la temperatura le indican al cerebro que inicie múltiples procesos de termorregulación para disipar el calor, incluida la sudoración y el desplazamiento de la sangre de los órganos centrales a la periferia del cuerpo mediante la vasodilatación (ensanchamiento) de los vasos sanguíneos de la piel. La evaporación del sudor enfría la superficie de la piel, mientras que el aumento del flujo sanguíneo a la periferia transfiere el calor generado por los músculos a la piel, donde se disipa más fácilmente en el medio ambiente.

Sin embargo, el calor y la alta humedad dificultan el enfriamiento. El calor extremo disminuye la disipación de calor de la superficie del cuerpo, mientras que la humedad alta ralentiza la evaporación del sudor. En un cierto umbral de calor y humedad, no es posible sudar lo suficientemente rápido para evitar el sobrecalentamiento. Los investigadores que modelan las tendencias actuales de aumento del calor y la humedad predicen que América Central y México, India, Pakistán, el Golfo Pérsico y el Sudeste Asiático alcanzarán este umbral antes de fin de siglo. Las personas que viven en las regiones costeras también estarán en riesgo porque el aumento de la temperatura del océano, junto con las olas de calor extremas, promueven la evaporación del agua y agregan humedad al aire.

Resultados adversos para la salud asociados con el calor extremo y la alta humedad

Si bien las respuestas fisiológicas al calor son efectivas en personas sanas que experimentan una humedad moderada y un clima cálido, incluso en estas condiciones, el esfuerzo por refrescarse sobrecarga el corazón y los riñones. En respuesta al calor extremo y la alta humedad, esta cepa puede provocar insuficiencia orgánica, también conocida como golpe de calor, un resultado que es más probable que ocurra en personas con enfermedades cardiovasculares o renales preexistentes.

El calor extremo exacerba la deshidratación, lo que reduce el volumen sanguíneo. Sin una rehidratación suficiente, el volumen sanguíneo reducido hace que la presión arterial baje rápidamente, lo que provoca la pérdida del conocimiento. El volumen sanguíneo y la presión arterial reducidos también hacen que el corazón trabaje más, lo que puede provocar insuficiencia cardíaca, y la deshidratación grave puede provocar daño renal agudo.

Incluso los adultos saludables expuestos al calor extremo pueden experimentar calambres por calor, agotamiento por calor o golpe de calor. Sin intervención médica, el golpe de calor puede causar la muerte. En alrededor del 20 % de las personas que sobreviven a un golpe de calor, es posible que el cerebro nunca se recupere por completo, lo que resulta en cambios de personalidad o mala coordinación.

El calor extremo también tiene efectos negativos para la salud de los niños y adolescentes jóvenes, y estudios recientes realizados en los Estados Unidos, Australia y China revelaron una fuerte asociación entre el calor extremo y el parto prematuro, que es una de las principales causas de mortalidad infantil y complicaciones de salud de por vida. No está claro cómo el calor extremo causa el parto prematuro, pero se han propuesto como posibles mecanismos la reducción del flujo sanguíneo uterino y el aumento de los niveles de oxitocina (la hormona que induce la contracción uterina) debido a la deshidratación.

Los riesgos de estas complicaciones relacionadas con el calor se reducen significativamente permaneciendo en habitaciones con aire acondicionado, manteniendo la hidratación para disminuir la carga sobre el corazón y los riñones, y reduciendo la actividad física para disminuir el calor generado por los músculos. Sin embargo, el nivel socioeconómico influye fuertemente en la viabilidad de implementar estas estrategias de protección: sobrevivir al calor extremo y la alta humedad depende del acceso a aire acondicionado, viviendas aisladas, trabajos que no requieran trabajo físico extremo en el ambiente al aire libre y políticas efectivas para proteger a las poblaciones más vulnerables.

Factores que contribuyen al calor extremo y la alta humedad

El cambio climático es el factor más importante que impulsa el calor extremo y la alta humedad. El uso humano de combustibles fósiles ha aumentado las emisiones de gases de efecto invernadero, que absorben y atrapan el calor solar en la atmósfera. El aumento resultante en las temperaturas del aire y del agua del océano contribuye directamente a períodos más frecuentes y prolongados de calor extremo y alta humedad. Otro factor que subyace a la mayor frecuencia y duración de los eventos de calor húmedo extremo es la urbanización. Según las Naciones Unidas (ONU), el 55 % de la población mundial reside en áreas urbanas, una cifra que se prevé alcance el 68 % para 2050. Las ciudades son, en promedio, generalmente más cálidas que las áreas rurales debido a los componentes físicos del entorno urbano construido. Los materiales de construcción convencionales, como el pavimento, los edificios y la infraestructura, crean un fenómeno de "isla de calor urbano" al atrapar el calor solar durante el día y emitirlo durante la noche. La vegetación reducida en las ciudades intensifica el calor extremo porque la vegetación refleja la radiación solar, reduce los niveles de CO2 y proporciona sombra y humedad.